Posesión Infernal

Una vez leí una entrevista a Sam Raimi en la que decía no conocer ni a Godard ni sus películas. Él no se consideraba un cinéfilo, sino un simple amante del séptimo arte en su versión más entretenida y palomitera (de palomitas digo, no de palomitos, que tampoco sería desacertado). Posesión Infernal es seguramente una de las mejores películas de serie B de la historia, filmada con muy poco presupuesto pero con mucha originalidad: cada plano es una auténtica locura y el montaje es una maravilla. Los efectos especiales hoy en día le pasan un poquito de factura al film, pero su absoluta conciencia de terror gore low cost con dosis de humor le sigue dando muchísima vigencia. Una joya del género, y la primera parte de una genial trilogía.

Lo mejor: la cámara-espíritu corriendo por el bosque.
Lo peor: le pesan un poco los años.